El regreso de la aventura gráfica, ¿otra vez?

Cada año, coincidiendo con el lanzamiento de alguna aventura gráfica de cierto renombre o, simplemente, cuando se hace un recopilatorio de las aventuras gráficas lanzadas durante el último año, se repite la misma frase: la aventura gráfica ha vuelto.

Y yo me pregunto: si cada año se repite el mismo titular en diferentes medios, ¿no será más fácil pensar que la aventura gráfica nunca se ha ido? Podemos debatir si es un género que no ha evolucionado bien o ha pervertido algunos de sus puntos esenciales, pero creo que queda fuera de lugar el argumento de que la aventura gráfica se ha desvanecido y reaparece, de cuando en cuando, para recogijo de algunos jugones que sueñan cada noche con Guybrush Threepwood. 

La aventura gráfica ha madurado, dando cabida a nuevas historias y otros tipo de planteamientos alejados de las aventuras más clásicas. La aventura gráfica siempre ha estado ahí, nunca se ha ido. Es cierto que ha perdido su etiqueta de género mayoritario, pero tiene un público fiel y relativamente amplio (que se lo digan a Tim Schafer). Hay una escena independiente muy activa, mucho más que en otro tipo de géneros. Hay lanzamientos comerciales cada año y, aunque no todos están a la altura de las expectativas, siempre hay gratas sorpresas. Y, lo más importante, hay un futuro más que interesante para la aventura gráfica, un género con unas particularidades muy marcadas, pero que es capaz de dar cabida a cualquier historia posible, que cobija bajo su manto proyectos creativos con estéticas, planteamientos y desarrollos muy diferentes y que, a pesar de lo que se diga, ha sabido adaptarse a los tiempos. Siempre se le achaca, precisamente, este último punto. Pero, ¿cuánto se ha adaptado el género de plataformas? ¿cuánto los shooters? (en realidad, llevan años haciendo lo mismo). No veo que la aventura gráfica sea muy diferente a otros géneros. En la época de las grandes producciones y de presupuestos escandalosos, creo que la aventura gráfica ha sabido aceptar su lugar. Sólo falta que la prensa y los medios también lo entiendan.

Creo que la aventura gráfica no necesita grandes iluminados, si no gente creativa, con ganas de hacer las cosas bien, de poner a su servicio el talento y la creatividad que atesoran, que conozcan las particularidades del género y, al mismo tiempo, no se encasillen en ellas y sepan sacarles partido para mostrarnos algo nuevo. Los que amamos este género disfrutamos con aventuras que nos ofrecen algo diferente, siempre respetando la esencia de lo que son. Disfrutamos de un puzzle bien hecho, de una estética y una ambientación bien trabajada, de una historia interesante y bien llevada. Particularmente, no me interesa hacer que nuestro personaje se duche o se prepare el desayuno. No es menos cierto que en el nombre de la aventura gráfica, y sin querer ser puritano, se han cometido bastantes "herejías" (véase busca-objetos, minijuegos, juegos de escape, etc.). No es ese el futuro que debemos buscar para la aventura, porque la aventura tiene fuerza en sí misma como género bien definido. Debemos saber conservar su esencia, pero saber desarrollar el género más allá de sus límites actuales. 

No quiero terminar esta pequeña reflexión sin una exaltación, quizás algo vehemente pero más que necesaria...

¡¡¡QUE VIVA LA AVENTURA GRÁFICA!!!


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